¿Qué tienes para ofrecer?
Setecientas treinta noches.
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«Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.» San juan 6: 5-7
Thomas Alva Édison, fue uno del os más grandes inventores, al cual le debemos lo que hoy conocemos como energía, música, cine, entre otros millares de inventos y perfecciones que logro hacer durante la mayor parte de su vida.. pero este brillante Édison, no surgió con sus inventos del a noche a la mañana, ni fue apoyado por la gente desde siempre, ni mucho menos fue un prodigio que desde su niñez fue aclamado…
no, todo lo contrario, a la corta edad de ocho años tuvo que soportar las más crueles palabras dichas por su profesor, quien lo tildo de ser un alumno estéril e improductivo, y no siendo esto peor, tener una madre que por x o y motivo se lo recordaba, gracias a ello, se resignó a rebuscarse la vida, vendiendo periódicos en un tren mantequilla y moras, acarrear con una sordera a la temprana edad de 16 años por salvar a un niño que se encontraba en el mismo tren, ser despedido varias veces de sus empleos, sentir el menosprecio con uno de sus primeros inventos, ser traicionado por su socio, etc., fueron muchas circunstancias las que Édison, le toco vivir antes de ser reconocido como uno de los mayores inventores de los últimos siglos.
Pero la particularidad de esta historia resumida, es lo que el tenia para ofrecer, era tan fuerte y a su vez, estaba tan seguro de quien era, que ni las palabras más crueles, como ser un alumno estéril e improductivo, no pudieron tumbar, el ofreció su creatividad al mundo y hoy por hoy sus grandes inventos, como la electricidad o la música la logramos obtener gracias a él.
¿Qué tienes para ofrecer? nos invita a reflexionar y replantear todo lo que Dios nos ha entregado en todas las áreas, pero en este caso, ese ¿Qué tienes para ofrecer?, nos esta invitando a mirar aquellos dones y talentos que Dios nos ha entregado, y a presentarlos ante el para su servicio.
¿Qué tienes para ofrecer? La pregunta Jesús hizo a sus apóstoles en medio de una gran multitud hambrienta, no solo de hambre física, sino también espiritual, con un único fin: conocer a sus discípulos, y saber cuanta fe tenían frente a las pruebas. ¿Qué tienes para ofrecer? también fue la pregunta mal entendida para aquel joven rico, el cual quería ser seguidor de aquel Jesús el cual causaba polémica, y de manera indirecta pregunto a Jesús, que debía entregar o cuanto costaba hallar la vida eterna, Pero el ¿Qué tienes para ofrecer? que Jesús le respondió no fue tanto de su agrado, ya que debía deshacerse de aquellas riquezas terrenales, antes de considerar seguir a Cristo.
Algo no tan similar, pero semejante podemos leer en las escrituras (san juan 6: 8-9) en este pasaje nos hace referencia a un joven, del cual se desconoce su nombre, la biblia no lo menciona, el cual ofrece cinco panes y dos peces. La pregunta es ¿será que con cinco panes y dos peces podremos alimentar a cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños?
Para cualquier persona la respuesta seria no, es más podíamos tildar a este joven de loco o crédulo, al pretender solucionar un problema con algo tan mínimo, es más asta Andrés, el hermano de simón pedro, lo dijo, que será eso para tantos, pero para Jesús, fue lo suficiente para alimentar a cinco mil hombres, las mujeres y los niños que quizás se encontraban allí, para alimentar a sus discípulos y aun para que sobracen doce canastas llenas.
A ciencia cierta no se sabe, con certeza si el joven ofreció aquello poco que tenía, o si Andrés por casualidad vio lo que el joven traía, pero si se puede ver una prueba en ambas partes: tanto en el joven por lo que tenía para ofrecer, como en los apóstoles que clase de fe tenían (versos 5 y 6).
Quizás por parte del joven, él sabía que Jesús estaba allí, veía como sanaba enfermos, como predicaba las buenas nuevas de salvación y ya había visto sus milagros, quizás el en su corazón sabía que Jesús podía hacer mucho con ese poco que el tenia y por eso lo ofreció.
Dios en estos tiempos también puede hacer grandes cosas a través de lo que tu llamas “poco” que puedes dar, ya sea a través de un talento, de tu disposición de tu oración, etc. solo es cuestión de confiar en EL y hacer caso omiso a las palabras que hacen que ese poco aún se reduzca más.
Este joven se quizás se dio a la tarea de conocer a ese Jesús del que tanto hablaban, tú también da el primer paso de conocer a aquel Jesús que pregunta: ¿Quién tocara un instrumento y me adorara? O quien llevara la palabra y dará a conocer mi amor…
… Thomas Édison no se rindió y mientras vendía periódicos se dedicaba a estudiar libro por libro hasta llegar a hacer sus primeros experimentos, en ese entonces no tenía recursos para adquirir la enseñanza, pero en cada parada que hacia el tren, tomaba un libro del estante y lo leía mientras que el tren salía nuevamente.
Ofrece tu talento a Jesús, pero también cultívalo, a través de la lectura, tutoriales de música práctica, trabaja por tu talento, que en algún momento Dios hará una gran obra con eso “poco” que llama porque para él es lo suficiente para impactar y cumplir su propósito en ti y en los demás.
REFLEXIONEMOS: Por parte de los apóstoles, ellos habían regresado motivados de las vivencias y experiencias adquiridas por la misión de visitar otras aldeas, fue un acto de fe que fuesen sin dos túnicas, ni alforja ni dinero, y aun así estaban atónitos de lo vivido (san marcos 6:30).habían hechos señales y prodigios en el nombre de Jesús, y Jesús quería ver si aún creían en eso que vivieron, pero vemos que los apóstoles quizás se acobardaron al ver tal multitud y no saber cómo alimentarlos.
A veces a lo largo de nuestra vida cristiana, experimentamos cosas sobrenaturales a través de un retiro, vemos la gloria de Dios defender a través de una oración realizada y así a medida que avanzamos vamos adquiriendo una madures, pero una vez Dios nos convoca a un nuevo reto que quizá supera esas experiencias vividas nos da miedo o nos sentimos mínimos ante la responsabilidad.
Jesús ya sabía que iba a hacer en ese momento solo quería un poco de fe, si Dios pone nuevos escalones en tu vida, es porque EL sabe que tú puedes escalarlos solo quiere que tu des el primer paso en fe para llevarte como la luz de la aurora, de aumento en aumento, solo confía en Dios y en lo que él te ha entregado y te aseguro que también saciara multitudes a través de ti.
Y la pregunta es: ¿Qué tienes para ofrecer?